Infografías, ¿qué son?
El arte de visualizar datos
Muchas veces, en mi profesión de ilustrador y diseñador gráfico, tengo que preparar infografías para mis clientes. Quizás el gran público desconoce esta palabra, pero las infografías están en nuestro día a día más de lo que nos pensamos.
¿Cuántas veces has recurrido a los “dibujitos” del panfleto que viene junto a las piezas de la nueva estantería de Ikea que pretendes montar en casa una tarde de domingo? Pues eso, es una infografía. Una información, datos, pasos a seguir, consejos o secuencias informativas que se nos muestran de forma gráfica y clara.
Las infografías tiene múltiples usos y no suelen faltar en periódicos, revistas o libros y publicaciones de diversas temáticas, así como en el mundo del marketing (el packaging recurre a ellas en productos alimenticios sobre todo, desde preparar una receta, a modo de uso de un producto). Telediarios y páginas webs informativas a veces las usan para ilustrar el efecto de un tsunami o los acontecimientos de un suceso. Las ONGs también suelen explicar problemas y campos de acción para solucionarlos a modo de infografías. Quizá tu pequeño negocio también necesite de ellas para dar a conocer a tus clientes tus productos y servicios.
La principal característica que una infografía debe tener es un diseño claro, priorizando los datos importantes con un tamaño mayor, sustituyendo los textos densos por iconos reconocibles o frases resumidas y en estamentos de importancia según tamaño. Unas buenas ilustraciones ayudan, pues se puede sustituir un párrafo denso en un dibujo claro acompañado de una o dos palabras (si el concepto es complejo de mostrar en el lenguaje de la imagen).
En TitoCÁ hace años que trabajo con infografías, a veces por el carácter del cliente final llevan un carácter más infantil, simpático y donde una ilustración recibe un peso significativo, y a veces más serias donde los datos y los gráficos de barras muestran los datos de forma neutra y clara. Siempre ofreciendo la solución específica para satisfacer las necesidades de los clientes.
¿Quieres comprobar las ventajas comunicativas que una buena infografía puede aportar a tu proyecto? Una imagen vale más que mil palabras, y está demostrado que las retenemos más en nuestra memoria como referente. No dudes en usarlas para llevar tu proyecto a buen puerto.