Chapas ilustradas
Un objeto sencillo, un sinfín de posibilidades
Hace tiempo que conseguí mi máquina de hacer chapas, todo un tesoro para cualquier ilustrador. Las chapas y pins son ese pequeño objeto pinzante que cuelga de chaquetas y mochilas; y que desde los años ochenta va y viene poniéndose rabiosamente de moda y desfasándose, para volver con fuerza otra vez. Las chapas tienes esa capacidad de Ave Fénix que ya quisiéramos todos.
Son sencillas de preparar y bastante baratas, quizás su éxito vaya a lomos de estas dos premisas. Además, ofrecen muchas posibilidades en cuanto a creatividad, dibujo e ilustración se refiere. Habitualmente hago mis chapas con diseños e ilustraciones que ya tengo o que pertenecen a series exclusivas que no fueron concebidas inicialmente para reproducción en chapas. En muchos casos, éstas son las que más me gustan.
Son socorridas para regalar junto a una lámina numerada, por ejemplo, o junto al fanzine que acabas de publicar. El cliente lo agradece, y queda siempre muy bien este pequeño detalle.
Como ilustrador a menudo me piden chapas también para fiestas y bodas, como complemento de caricaturas y encargos más importantes. Buena salida y sonrisas aseguradas en el evento en cuestión. Y es que como reza el título de este post, no por ser un objeto sencillo sencillas sean sus posibilidades; más bien infinitas. A mí, ya no me caben más en la solapa de mi mochila…