Mascaradas
Mascarada ibérica en tierras leonesas
Las mascaradas ibéricas son una curiosa tradición del noroeste peninsular, que hunde sus raíces en los pasados más remotos. De carácter agreste se dan en tierras de Galicia, Asturias, Región Leonesa (Zamora y León principalmente, pero también en Salamanca) y la zona norte de Portugal.
Si bien han pasado por varios periodos en la historia reciente, que van desde la prohibición a la recuperación, en su mayoría se vienen celebrando próximas a los carnavales. Pero no son carnaval. En general las mascaradas son fiestas de invierno, y sus fechas actuales probablemente fueran la manera de torear la prohibición y evitar el choque frontal con la Iglesia durante el siglo XX.
En origen se cree que son ritos a la fertilidad, pues en prácticamente todas se suele tomar a las mozas del pueblo y elevarlas o hacerlas dar saltos. Los diferentes personajes, según versión ataviados con máscara, cencerros, vejigas a modo de globos, palos, carracas etc, se dedican a correr y perseguir a la gente por las calles del pueblo. Diablos y toros, guirrios y zamarrones. Personalmente las máscaradas me recuerdan en sus diferentes versiones a lo más tribal que pueda conservarse en estas tierras peninsulares. Las mascaradas ibéricas de ambos lados de la frontera presentan materiales sencillos, de fácil recurso como maderas y algún metal, y colores vivos, que entiendo en otras épocas fueran teñidas de pigmentos tales como arcillas, grasas animales y ollín, dando ese contraste rojo/negro que hasta puede retrotraer a lo rupestre.
En las tierras leonesas creo que podemos empezar a estar orgullosos de cómo la mascarada se ha ido recuperando, hasta empezar a ser algo popular en los últimos años. Pero sufren el mismo mal que esta tierra, cada vez queda menos gente en nuestros pueblos, y si no conseguimos revertir eso la mascarada, por muchos esfuerzos que se hagan corre el mismo riesgo que nuestras provincias: Desaparecer.